Sociedad

Share o no share

Share o no share, esa es la cuestión. Hace apenas unos días vivíamos en el mundo share, todo se podía compartir, y hoy no nos podemos ni acercar a menos de un metro del resto de la humanidad.

¿Recordáis cuándo decíamos que lo moderno no era tener, sino pagar por uso? ¿Recordáis aquella filosofía millenial a la que todos nos apuntamos? Pues llegó el coronavirus y tiró por tierra todos esos novedosos fundamentos y amenaza con retrotraernos al pasado más aislacionista e individual.  

Motos de la empresa Movo aparcadas en la acera. Durante la pandemia del Covid19, nadie las usa..

Hubo una época (hace tan sólo unas semanas, aunque parezca una eternidad), en la que todos nos lanzamos a la moda de compartir. Compartíamos coche, moto, bicicleta y hasta monopatines que recogíamos alegremente en cualquier parte de la ciudad y dejábamos donde nos venía en gana. En aquella época, (hace sólo un mes), compartíamos hasta las viviendas, y vimos cómo las ciudades se llenaron de pisos de los que salían y entraban con maletas turistas de todo el mundo.

A esta época efímera del compartir también se le conocía por el prefijo co. Solo había que anteponer dicha partícula a un nombre en inglés y nos llevaba directamente a compartir espacio de trabajo en un coworking, o espacios habitables en un coliving.

«Ese era el futuro hace apenas unas semanas»

Ese era el futuro hace apenas unas semanas. Compartir todo lo compartible como forma de sostenibilidad, en favor del medio ambiente, de la economía y de la sociedad. Pero ¿qué pasará con la filosofía share después del coronavirus? ¿Cómo podremos compartir con el miedo a contagiarnos aún en nuestra memoria reciente? ¿Qué pasará con tantos negocios e inversiones que apostaron por esta filosofía?

Airbnb, Ubeeqo, Emov, Car2go, Zity, Wible, Voi, Wind, Lime, Bird, Jump, BiciMad, Donkey Republic, Spaces, WeWork, Impact Hub, Scoot, Coup, Ecooltra, Ioscoot, Movo, Muving, Yego… son sólo algunos ejemplos de los miles de negocios que nacieron al abrigo del paradigma del share y que ahora sólo vislumbran un enorme interrogante al final del túnel.

Para entender la situación en la que nos encontramos, simplemente recordar que hemos pasado de demonizar a quién viajaba sólo en un vehículo, por insolidario e insostenible; a recomendar el uso individualizado del vehículo como única forma de evitar el contagio, frente al uso de los transportes colectivos. El mundo al revés, con tan sólo unos días de diferencia.

«El mundo al revés, con tan sólo unos días de diferencia»

¿Cómo será ese nuevo mundo posCovid19? ¿La pandemia será un simple paréntesis tras el que todo seguirá la evolución que preveíamos? ¿O se tratará de un punto de inflexión que provocará una sociedad totalmente diferente a la que creíamos? El debate está abierto y me parece de sumo interés porque se trata, nada más y nada menos, de saber cómo será el futuro. Y, al ritmo al que a día de hoy se producen los acontecimientos, ese futuro puede llegar mañana por la tarde.  ¿Alguien se atreve a apostar cómo será ese futuro?

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